El pato mudo (
Cairina moschata) es una especie de la familia de las anátidas (patos, gansos, cisnes, ... ) originaria de las selvas tropicales de Brasil y extendido por todo Latinoamérica, donde es llamado pato criollo en su forma doméstica.
Su nombre en España (pato mudo) es debido a que no emite sonidos, al menos no tan fuertes como el ánade real (
Anas platyrhynchos, llamado azulón en su forma doméstica), sería más parecido a un susurro que a un graznido. También se le denomina pato muscovy, almizclero, de berbería, berbery o berberisco, según el país o el idioma.
Apariencia
Suele ser de color blanco y negro, aunque puede ser completamente blanco, completamente negro, gris o incluso marrón (sobretodo en las crías ya con plumas), y por supuesto todas las combinaciones de estos colores. El color no depende ni determina en absoluto el sexo del
animal. El color del plumón al nacer es amarillo y marrón. Los ejemplares salvajes son completamente negros con una franja blanca en las alas, el pico a rayas negras y más pequeños que los domésticos.
Tanto a los machos como a las hembras, unas carúnculas rojas y carnosas les rodean los ojos y el pico, si bien en los machos están mucho más extendidas y desarrolladas, siendo por esto fácilmente sexables a corta edad. Otra diferencia entre las hembras y los machos es el mayor tamaño de estos últimos, y que a los machos se les erizan las plumas de la nuca
Costumbres
Tienen costumbres muy estacionales. A partir de los siete meses, y desde la primavera hasta el verano, durante la noche pondrán un huevo de superficie lisa y resbaladiza y color verde muy leve, casi blanco. Pueden poner sin parar, casi todos los días, pero es muy frecuente que se pongan cluecas varias veces por temporada, sobretodo si se les dejan los huevos en el nido. Dependiendo de si se les deja criar a los polluelos o no, pueden ponerse hasta
tres veces cluecas en un solo año ( si se les quitan las crías pronto, empiezan a poner antes, y por lo tanto, antes se vuelven a quedar cluecas. Los huevos son perfectamente comestibles y sabrosos.
Pueden volar, aunque no tanto como su variedad salvaje, pero pueden escapar fácilmente por encima de un muro de 3 o 4 metros de altura. Sin embargo, si los patos se han criado en un gallinero, nunca intentarán espacapar. Sí que podrían salir, se darían un paseo por fuera, buscarían comida, pero volverían de nuevo en el mismo día al corral.
Así que si crías unos patitos en un corral, cuando sean grandes probablemente sadrán por las mañanas a darse un garbeo, pero en el mismo día volverán.
En cambio, si los traes grandes, debes esperar un tiempo antes de dejarles volar (por lo menos hasta que críen), han de acostumbrarse a su nueva casa. Hasta ese momento, para que no escapen, se le puede cortar las plumas del extremo de UN SOLO ala (el intento de vuelo será desequilibrado), que al cabo del tiempo volverán a crecer (meses) y habrá que volver a cortar.
Existe también la opción de la amputación de un ala (sería amputar tan solo el primer hueso), que no tiene secuelas, y es muy útil si se quiere evitar el vuelo de por vida. Pero debe realizarlo un especialista. La edad óptima para realizarlo es al nacer.
Apareamiento.
Lo ideal es que haya dos o tres hembras por cada macho. Si hubiese más machos se pelearían, y con más hembras existe el peligro de que no pueda fecundar a todas, por lo que al incubar los huevos, muchos se perderían porque no estarían fecundados, y no hay forma de saber si son fértiles sin romperlos.
Cría y cloquez.
Cuando están cluecas, las patas no se levantan del nido más que una vez al día para comer y defecar. No necesitan ninguna atención especial que no requiriesen el resto del tiempo. Tras
34 o 35 días de incubación nacerán los polluelos o patitos, que después de haberse secado (lo que dura un día o dos) seguirán a la madre. Estas crías aprenden ellas solas a comer y beber desde el momento del nacimiento, el calor de la madre es lo más necesario para ellas. El padre no interviene durante la incubación, pero si puede, no se alejará mucho de la madre mientras dure, y si eso ocurre, al nacer cuidará él también a las crías

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